
Pretas

Los pretas son figuras recurrentes en las religiones budista, hindú y jainista, representados como espíritus atormentados, condenados a un hambre y sed insaciables. Su existencia se basa en la creencia fundamental de que las acciones, tanto positivas como negativas, en vidas anteriores determinan el destino de un individuo en el ciclo de reencarnaciones, conocido como samsara. Estos seres, a menudo descritos como manifestaciones de karma negativo, habitan un reino de sufrimiento y deseo, y su presencia sirve como un recordatorio constante de la importancia del comportamiento ético y la búsqueda de la liberación. Este artículo explorará en detalle la naturaleza, origen, representación y significado de los pretas dentro de estas tres tradiciones religiosas.
Este artículo se propone ofrecer una visión completa y detallada de los pretas, analizando su papel en el samsara, las diferentes interpretaciones de su origen, las prácticas asociadas a su veneración y su impacto en la moralidad y la espiritualidad de los creyentes. Se examinarán las similitudes y diferencias entre las concepciones de los pretas en el budismo, el hinduismo y el jainismo, así como las manifestaciones culturales y rituales que han surgido en torno a ellos, especialmente a través de eventos como el “Festival de los Fantasmagores” en Japón. Se proporcionarán ejemplos concretos de textos sagrados y prácticas rituales para ilustrar la complejidad de este fenómeno espiritual.
Origen y Concepto del Samsara

El concepto de los pretas está intrínsecamente ligado a la doctrina del samsara, el ciclo interminable de nacimiento, muerte y reencarnación. En estas religiones, el samsara no es visto como un destino inevitable, sino como un proceso que puede ser alterado a través de acciones virtuosas y la comprensión de la naturaleza del ser. El karma, la ley de causa y efecto, juega un papel fundamental en este ciclo, donde las acciones pasadas determinan las circunstancias presentes y futuras. Cuando un individuo muere, su karma, tanto positivo como negativo, lo impulsa a renacer en un nuevo cuerpo, y el tipo de renacimiento está directamente relacionado con la acumulación de karma.
La aparición de los pretas surge cuando un individuo, en su vida anterior, ha acumulado un karma negativo significativo, generalmente asociado con la codicia, la ira, la ignorancia y la falta de compasición. Este karma negativo no se manifiesta como un renacimiento inmediato en un estado inferior, sino como una persistencia del deseo insaciable, la sed y el hambre que lo atormentan en un reino intermedio del samsara. Estos espíritus no son entidades maliciosas, sino más bien manifestaciones de un deseo descontrolado y una incapacidad para trascender el ciclo de sufrimiento. La existencia de los pretas sirve como una advertencia sobre las consecuencias de las acciones impulsivas y la importancia de cultivar la virtud.
El término "preta" en sí mismo proviene del sánscrito "pṛthiva", que significa "el que come" o "el que sedienta". Esta traducción literal refleja la naturaleza fundamental de estos espíritus, que están constantemente atormentados por un hambre y una sed insaciables. Esta sed no es simplemente física, sino una sed espiritual, una búsqueda interminable de satisfacción que nunca puede ser satisfecha. La persistencia de esta sed es una manifestación del apego al mundo material y la incapacidad para comprender la verdadera naturaleza de la realidad. En el budismo, se les conoce como bhutattas, que significa "seres como seres", una forma de reconocer su existencia sin atribuirles una entidad consciente separada.
Representaciones y Características de los Pretas

Las representaciones de los pretas varían ligeramente entre las diferentes tradiciones religiosas, pero comparten características comunes. Generalmente, se les representa como seres translúcidos, a menudo de color verde o gris, con cuerpos delgados y alargados, y con una expresión de intenso deseo en sus rostros. A menudo se les describe como habitando en un reino de vegetación exuberante, lleno de árboles, ríos y lagos, donde la vegetación es tan abundante que parece estar en constante crecimiento y descomposición. Esta imagen refleja la naturaleza perpetua del samsara, donde el deseo y el apego alimentan el ciclo de nacimiento y muerte.
En el hinduismo, los pretas a menudo se representan como seres con rasgos animales, como cuernos de vaca o la cabeza de un ciervo, lo que simboliza su conexión con el mundo animal y su estado de transición entre la vida y la muerte. También se les puede representar con extremidades alargadas y delgadas, que enfatizan su estado de sufrimiento y desgarro. En algunas representaciones, se les ve rodeado de una multitud de demonios y espíritus perturbados, lo que refleja su propio estado de confusión y desorden mental. La iconografía de los pretas en el hinduismo a menudo refleja la idea de que están atrapados en un estado de confusión y desorientación, incapaces de encontrar la verdadera paz.
En el budismo, los pretas se representan como seres que están constantemente buscando comida y agua, pero nunca pueden encontrar satisfacción. Esta búsqueda refleja la naturaleza ilusoria del deseo y la incapacidad de encontrar la felicidad en las cosas materiales. Se les describe como habitando en un reino de vegetación exuberante, pero esta vegetación es en realidad una ilusión, una manifestación del deseo insaciable. La representación de los pretas en el budismo tiene un propósito didáctico, sirviendo como un recordatorio de la importancia de la meditación y la práctica de la virtud para escapar del ciclo del samsara. La iconografía budista a menudo enfatiza la tristeza y el sufrimiento de los pretas, como una forma de inspirar compasión y motivación para alcanzar la iluminación.
Prácticas y Rituales Asociados a los Pretas
En muchas tradiciones, especialmente en Japón y Nepal, se realizan rituales y festivales para honrar y apaciguar a los pretas. Estos rituales, a menudo celebrados durante la temporada de lluvias, buscan evitar que los espíritus hambrientos causen daño a los humanos y a los cultivos. El “Festival de los Fantasmagores” (Maskaura Matsuri) en Japón es un ejemplo particularmente notable de esta práctica.
Durante este festival, se colocan ofrendas de arroz crudo, verduras y pescado en losa de piedra, que se colocan en las puertas de las casas y templos. Estas ofrendas se colocan para satisfacer el hambre de los pretas y evitar que causen daño a los habitantes. Se cree que los pretas se sienten atraídos por el arroz crudo, que representa la energía vital que se está desperdiciando. El festival también incluye la lectura de oraciones y la realización de rituales para purificar los hogares y protegerlos de las influencias negativas. La práctica de ofrecer ofrendas a los pretas se basa en la creencia de que estos espíritus pueden ser influenciados por la buena voluntad y la compasión.
En Nepal, los pretas también son objeto de veneración y respeto. Se les ofrece comida y agua, y se les pide que protejan a los agricultores de la sequía y las plagas. También se les ofrece comida y agua para apaciguar su hambre y sed. En algunas comunidades, se construyen pequeños templos dedicados a los pretas, donde se realizan ofrendas y se ofrecen oraciones. Estas prácticas reflejan la profunda conexión entre los humanos y el mundo espiritual en estas culturas.
El Papel de los Pretas en la Filosofía Budista y Hindú

En el budismo, los pretas desempeñan un papel importante en la doctrina del "seis reinos de existencia". Estos seis reinos incluyen los cielos celestiales, los reinos infernales, los reinos de animales, los regios de espíritus, los reinos de los pretas y el reino humano. Los pretas se encuentran en el reino intermedio, y son considerados como seres que están atrapados en un estado de sufrimiento y confusión. La doctrina budista enseña que los pretas están atrapados en este reino debido a su apego al mundo material y su incapacidad para comprender la verdadera naturaleza de la realidad. La práctica de la meditación y la práctica de la virtud son vistas como el camino para escapar de este reino y alcanzar la iluminación.
En el hinduismo, los pretas se consideran como una manifestación del karma, la ley de causa y efecto. Su sufrimiento es el resultado de sus acciones pasadas, y su estado de confusión es el resultado de su apego al mundo material. La doctrina hindú enseña que los pretas pueden liberarse de este reino a través del cumplimiento del dharma, el deber moral y ético. La práctica de la virtud y la realización de actos de bondad son vistas como el camino para purificar el karma y alcanzar la liberación. Los pretas también se consideran como un recordatorio de que todos los seres están sujetos a las leyes del karma y que deben esforzarse por vivir una vida virtuosa.
Los pretas son figuras complejas y multifacéticas en las filosofías budista y hindú. Representan el sufrimiento, la confusión y el apego, pero también ofrecen una oportunidad para la reflexión y la práctica de la virtud. A través de la comprensión de su papel, los seres humanos pueden encontrar el camino hacia la liberación y la iluminación.
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